De tanto andar entre el sueño y la vigilia la Revista Nacional de Cultura encuentra morada en el árbol de VUELTA A CASA. Aquí en Los Altos de Pipe donde aun vive y gime el ave que dio nombre indígena a la altura de unos montes y el arte y la ciencia tejen la verdad (ese cuarzo de Dios) como única perfección del espíritu. De tal manera en esta casa andarán las voces de un Viaje al amanecer y el patiecito del viejo lobo junto a la niebla de Fernández Morán.

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